"... Creo que le recuerda los buenos tiempos con mamá, como si cuando todos oímos la voz de Gay Byrne él, en cambio, oyera la voz de mamá. Cuando murió, le dio por rodearse de todas las cosas que mamá adoraba. Ponía a Gay Byrne en la radio cada mañana, veía los programas de televisión favoritos de mamá, compraba sus galletas favoritas cuando hacía la compra semanal aunque nunca se las comía. Le gustaba verlas en el estante cuando abría el armario, le gustaba ver sus revistas al lado del periódico. Le gustaba que sus zapatillas estuvieran al lado de su butaca junto al fuego. Le gustaba recordarse a sí mismo que su mundo no se había desmoronado por completo. A veces todos necesitamos tanto pegamento como podamos conseguir, sólo para no caernos a pedazos.
Con sesenta y cinco años de edad, papá era demasiado joven para perder a su esposa. Con veintitrés, yo era demasiado joven para perder a mi madre. Con cincuenta y cinco, ella no tendría que haber perdido la vida, pero el cáncer, el ladrón de segundos, inadvertido hasta que fue demasiado tarde, se la arrebató a ella y a todos nosotros. Papá se casó mayor para su época, y me tuvo a los cuarenta y dos años. Me parece que antes hubo alguien que le partió el corazón, alguien de quien nunca ha hablado y sobre quien nunca he preguntado, pero lo que sí dice acerca de ese periodo es que pasó más días de su vida esperando a mamá que estando realmente con ella, que cada segundo que pasó esperándola y finalmente recordándola compensa con creces todos los momentos anteriores..."
Con sesenta y cinco años de edad, papá era demasiado joven para perder a su esposa. Con veintitrés, yo era demasiado joven para perder a mi madre. Con cincuenta y cinco, ella no tendría que haber perdido la vida, pero el cáncer, el ladrón de segundos, inadvertido hasta que fue demasiado tarde, se la arrebató a ella y a todos nosotros. Papá se casó mayor para su época, y me tuvo a los cuarenta y dos años. Me parece que antes hubo alguien que le partió el corazón, alguien de quien nunca ha hablado y sobre quien nunca he preguntado, pero lo que sí dice acerca de ese periodo es que pasó más días de su vida esperando a mamá que estando realmente con ella, que cada segundo que pasó esperándola y finalmente recordándola compensa con creces todos los momentos anteriores..."
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