Voy a romper todos los cristales cuando recuerde el vacío que dejan aquellos momentos vividos que son irrepetibles. Le daré la razón a tus excusas mientras los cuartos se llenan de tu ausencia, momento para el cual ya no me importará que esté todo en orden.
Si soltás mi mano, no sé si voy a caerme... Pero no quiero que lo hagas. En mi mundo perfecto te quedarías conmigo, sin embargo sé que eso es una utopía.
La experiencia me tira abajo esta noche, tu voz me persigue en mi cabeza y en las calles sólo hay huellas de un pasado remoto con un final algo inconcluso. Pasan las horas y vos seguís sin saber cuánto lo siento y, aunque me cuestiono por qué es un error, por qué no sale todo como queremos, prefiero que no me digas nada.
Las veredas están solas y por mi ventana se asoma otra noche nueva que desperdiciar. Tras mi paso se están apagando las luces, las puertas dejan de estar abiertas y no hay salida por las ventanas. Igualmente creo que en mi bolsillo tengo guardada una vela... ¿No te habrás llevado el fuego? ¿O si?
Quitando los detalles mínimos, no pienso culparte de abdolutamente nada. Sólo quería agradecerte por recordarme que hay cosas que existen, y esas cosas son hermosas. Serán para siempre nuestros juegos de azar, aunque no lo sepas. Au revoir, hasta siempre.
Si soltás mi mano, no sé si voy a caerme... Pero no quiero que lo hagas. En mi mundo perfecto te quedarías conmigo, sin embargo sé que eso es una utopía.
La experiencia me tira abajo esta noche, tu voz me persigue en mi cabeza y en las calles sólo hay huellas de un pasado remoto con un final algo inconcluso. Pasan las horas y vos seguís sin saber cuánto lo siento y, aunque me cuestiono por qué es un error, por qué no sale todo como queremos, prefiero que no me digas nada.
Las veredas están solas y por mi ventana se asoma otra noche nueva que desperdiciar. Tras mi paso se están apagando las luces, las puertas dejan de estar abiertas y no hay salida por las ventanas. Igualmente creo que en mi bolsillo tengo guardada una vela... ¿No te habrás llevado el fuego? ¿O si?
Quitando los detalles mínimos, no pienso culparte de abdolutamente nada. Sólo quería agradecerte por recordarme que hay cosas que existen, y esas cosas son hermosas. Serán para siempre nuestros juegos de azar, aunque no lo sepas. Au revoir, hasta siempre.
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